Hispania Hunting, disfruta del campo y la caza
“El agua, el campo y la caza”
El pasado jueves por la tarde me sorprendió la lluvia en mitad de un rececho de corzo frente a un pastizal inmenso en el que había puesto mis esperanzas cinegéticas ese día. Tuve que refugiarme bajo una encina mientras disfrutaba del espectáculo de la lluvia, que empapaba el campo de Toledo tras muchos meses ausente. El corzo no hizo acto de presencia, pero me llevé un gran recuerdo de esa tarde de campo.
¡Qué falta hacía que volviera a llover en los campos españoles! El agua llega tarde para la mayoría de las cosechas, pero no por ello el campo deja de necesitarla. En algunas zonas de España llevaba desde enero sin llover… cinco meses de sequía, con temperaturas en marzo y abril que superaron ampliamente los 30 grados. España estaba preocupantemente seca, las reservas en los pantanos bajo mínimos, los campos y el ganado con escasez de agua, y se empezó a temer que la lluvia no llegara… pero siempre llega. Ya lo dice el refrán: “Cuando marzo mayea… mayo marcea”. Y así estamos a final de mayo… lloviendo.
El agua es fundamental para el campo y la caza… y para las personas, por supuesto. Es un elemento importantísimo para el ciclo de la vida, y España siempre ha tenido agua en cantidad razonable (otra cosa es que sepamos gestionarla adecuadamente, y más nos vale empezar a hacerlo). El campo necesita empaparse bien de agua cada otoño, invierno y primavera para sostener su biodiversidad de plantas, árboles y las cosechas plantadas por el hombre. El agua también es fundamental en forma de ríos, lagunas, charcas, manantiales, pozas… para sostener la vida de todos los animales y especies de caza que pueblan nuestros campos y sierras.
Cualquier cazador que participe en la gestión de un coto sabe lo importante que es el agua para que la caza tenga pasto y cosechas de las que comer, y manantiales o charcas en las que beber. Así cada año los cazadores preparamos bebederos para los meses de calor: para las perdices y sus pollos, para los corzos, venados, jabalíes… Sin agua no hay campo, ni caza ni vida.
Y quien gusta de salir al campo a coger espárragos en primavera o setas en otoño, sabe lo importante que es la lluvia en esos días previos a la recogida para encontrar buenos ejemplares.
La lluvia es además compañera habitual de los cazadores en las jornadas de campo. Cuantos recuerdos tenemos todos los cazadores de monterías, cacerías, recechos y salidas al campo en las que nos ha llovido o caído una buena chupa de agua y hemos tenido que sacar nuestras capas de agua o ropa impermeable para aguantar el tipo. Y qué importa si al final entró por nuestro puesto ese guarro o venado que estábamos esperando, se dio bien la cacería de perdices, la salida en mano o encontramos el buen ejemplar de corzo que buscábamos.
Lo que si es importante es ir bien equipado en esas épocas del año, y no sólo con la ropa y botas de campo adecuadas. Es importante proteger nuestras escopetas y rifles con una buena funda. También nuestros elementos de óptica, prismáticos y visores, tienen que estar bien protegidos. Sin olvidar un buen morral o mochila de piel o de pvc que proteja nuestra munición y las piezas de caza menor que vamos cobrando. Pero en general, si nuestros complementos de caza (fundas de rifle, escopeta, prismáticos o visores, chalecos, zajones, botas, morral, sillas…) son de buena piel curtida y engrasada, no tendremos problema si nos sorprende un día de lluvia.
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