Hispania Hunting, disfruta del campo y la caza

Salir a cazar en mano al campo es una de las modalidades de caza más practicadas en España y que mayor satisfacción reporta a quienes la practicamos, acompañados de nuestros familiares y amigos, y de nuestros perros de caza. La caza en mano es una antigua tradición muy arraigada en la cultura española que se ha practicado durante siglos.

En los campos españoles las mañanas de sábado o domingo es habitual ver cuadrillas de cazadores con sus perros cazando en mano. Cazan conejos, perdices, palomas, liebres y hasta zorzales en los olivares. Los cazadores van formando una línea en la que se distancian 30 a 50 metros entre sí para avanzar cubriendo el terreno, levantando la caza al paso con la ayuda de sus perros, aunque también se puede cazar sin ellos. Es importante ir atento a la posición de tus compañeros en la línea a derecha e izquierda, para saber en todo momento donde están, antes de disparar a cualquier pieza de caza que aparezca.

La caza en mano es la modalidad en la que la mayoría de los cazadores nos iniciamos, acompañados de nuestros padres, hermanos, familiares y amigos, desde niños, acompañando primero a nuestros mayores para aprender las reglas de la caza, del uso de las armas y como andar en el campo, y según íbamos creciendo, practicando la caza con ellos.

En esta modalidad de caza desarrollamos con el tiempo un conocimiento del terreno en el que cazamos, de la flora y la fauna del mismo, y de las distintas querencias de la caza, que unidas a las habilidades de sigilo, paciencia y puntería de cada uno, nos harán tener los mejores resultados. A menudo, utilizamos perros especialmente entrenados para ayudar en el rastreo, la muestra y el cobro de las piezas, que hacen que la experiencia sea aún más rica. El vínculo del cazador con su perro sólo se entiende viéndolos cazar juntos.

Mis recuerdos cazando en mano se remontan a muy joven, cuando junto a mi padre y a mi hermano, y en ocasiones con alguno de mis primos, salíamos a cazar con nuestros perros en distintos cotos de Madrid y Toledo donde disfrutábamos cazando conejos, perdices, liebres y palomas. En algún caso llegamos a conocer tan bien el coto en el que cazábamos, que adaptábamos nuestra línea de caza al terreno y la querencia de la caza.

“Atentos a esa vaguada, que siempre sale un bando de perdices, silencio al llegar a los vivares de conejos, adelantad las puntas para que no se nos vayan las liebres y las perdices fuera del coto…” y tantos otros consejos de mi padre con los que aprendí a cazar. Y el más importante: “Id atentos siempre a vuestros compañeros, a vuestra derecha e izquierda en la línea, y no disparéis un tiro sin saber dónde están”.

“Recuerdo con especial cariño un coto en Villamanta en el que cacé durante mis años jóvenes con mi familia, sobre todo con mi padre y mi hermano. Ahora sigo disfrutando cazando en mano en un coto en Toledo donde estamos un grupo de cazadores estupendo, y un organizador, Jesús, que se desvive por cuidar el coto y hacer que disfrutemos en él. Y aunque es verdad que hoy hay menos caza que hace 30 años, los conejos y perdices que allí cazo a mano me saben a gloria.

Por último, comentar lo importante que es ir bien equipado para cazar en mano en el campo. Además de la munición y escopeta (recomiendo cartuchos de 7ª con calibre del 12 o del 20) con una buena funda que la proteja, conviene llevar ropa adecuada al tiempo que haga y unas buenas botas impermeables ligeras y cómodas para andar. También una canana y un buen zurrón o morral donde llevar las cajas de cartuchos, el taco, algo de agua y donde meter lo que vayamos cazando. Un porta caza también es muy útil, y por último, una buena protección auditiva, que nos permita oír el campo y a los compañeros (fundamental), pero que a la vez proteja nuestros oídos del ruido de los disparos. Y bien equipados a disfrutar de la caza.

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