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“La Espera”

Es la paciencia la mayor arma del cazador, y la espera la actividad cinegética que más la pone a prueba… no es modalidad de caza para impacientes. Y es la espera o aguardo de cochino la que más se practica en nuestros campos, al atardecer y hasta bien entrada la noche o la madrugada, junto a una charca donde el jabalí gusta de revolcarse, un comedero o un sembrado a los que acude a comer.

Muchos son los factores que influyen en que el aguardo tenga éxito y al final nos podamos cobrar ese guarro deseado: el propio lugar de la espera, el clima, la luz, el aire, la entrada al lugar de espera y un buen equipamiento que maximice nuestras posibilidades.

El lugar de la espera debe ser de querencia demostrada del animal, y conviene vigilarlo durante las semanas y días previos a la espera. Una buena charca donde el cochino habrá dejado pistas de su tamaño en las huellas y en la tierra que habrá hozado en los alrededores. Un sembrado donde el jabalí esté entrando a comer causando daños en la cosecha o un comedero que se le prepare con un barril lleno de maíz y/o poniendo maíz bajo unas piedras.

Se puede aumentar la querencia del guarro usando atrayentes en comederos, revolcaderos y troncos de árboles. Además poner una cámara para controlar qué animal está entrando al lugar y a qué hora, es la mejor manera de asegurarse que pieza vamos a intentar cazar.

El clima es también un elemento fundamental. No es lo mismo hacer una agradable espera en una cálida noche de verano (a pesar de los mosquitos) que hacerla en una noche fría en otra estación del año, donde más nos vale ir bien preparados con ropa térmica y de abrigo adecuada.

Una noche de luna llena nos permitirá ver la entrada del animal y si estamos suficientemente cerca dispararle con opciones. Pero si la luna no acompaña y hay poca visibilidad, son la calidad y luminosidad del visor, y una buena linterna los elementos que no nos pueden faltar. Si además disponemos de un monocular nocturno o térmico, podremos ver en detalle al cochino en mitad de la oscuridad antes de disparar.

El aire y la entrada al lugar de la espera es un si o no a tus opciones. Entrar al lugar de la espera contra el aire, en silencio y sin acercarnos al lugar (charca, prado o comedero) al cual fiamos el aguardo es fundamental. Debemos elegir bien nuestra postura, preferiblemente en alto, a una distancia razonable de tiro, con buena visibilidad, resguardada y sin dar el aire a la zona de entrada del cochino. El guarro tiene un olfato y oído excepcional, y al mínimo olor o ruido que detecte no entrará a pesar de su mucha querencia al lugar.

Por último un buen equipamiento aumentará nuestras opciones de cazar al cochino en la espera. Debemos llevar ropa y botas adecuadas, un rifle con unas buenas monturas y un visor y prismáticos de calidad con buena luminosidad, y una linterna potente. Unos buenos cascos o auriculares que protejan nuestros oídos y nos amplifiquen el sonido exterior, pues donde la vista no llega el oído es clave para detectar la entrada del cochino. Y un buen atrayente para aumentar la querencia del animal al lugar y un buen repelente para no sufrir a los mosquitos.

 

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