Hispania Hunting, disfruta del campo y la caza

“La montería”

La montería es una de las modalidades de caza mayor preferidas por los cazadores. Cada fin de semana de la temporada miles de cazadores y perreros con sus realas se preparan para montear cochinos, venados y muflones por toda España.

Cada montería es un cheque en blanco lleno de expectativas y buenos momentos a compartir con amigos y compañeros de caza en el monte. Cada cazador espera tener suerte con la finca de caza a montear y el puesto que le toque por sorteo, para que ambos le deparen los lances para poder abatir buenos trofeos de caza.

Lo suyo es llegar el día antes de la montería para poder compartir con los amigos y organizadores de la misma el estado actual de la mancha, como se ha dado otros años, y un sinfín de anécdotas cinegéticas entorno a una cena con buenas viandas de la zona. Pues no hay un lugar de campo en España donde no se coma bien con buenos quesos, embutidos y carne, que si es de caza mejor.

Toca acostarse no muy tarde, y más de uno soñando con la montería del día siguiente, para levantarse pronto de amanecida, vestirse con la ropa y botas adecuadas, y llevar todo el equipo necesario: el rifle con una buena mira y en una buena funda que lo proteja, la munición, los prismáticos, la silla, el morral, el portabalas, el cuchillo de remate, una vara o trípode, una linterna por si se nos hace tarde pisteando un jabalí o un venado, y por supuesto la navaja y el taco para disfrutar en el monte.

Al llegar al lugar del sorteo es de ley que nos reciban unas buenas migas y algunos amigos cazadores más que vienen en el día, para compartir más anécdotas de caza y la última información de la finca que se montea, sus armadas, realas y expectativas de caza.

El sorteo reparte la suerte de los puestos, organizando a los monteros por armadas para ir subiendo al monte o sierra a cubrirla de puestos. Cualquier puesto puede ser bueno o menos bueno en las traviesas, la cuerda, el sopié o en los cierres, pero la ilusión de subir a tu puesto y prepararte para la suelta de los perros no te la quita nadie.

Empiezan a llegar las furgonetas y remolques con los perreros y sus realas de perros que ladran pidiendo subir ya al monte a buscar los rastros de jabalíes, ciervos y muflones, como reclamando su lugar protagonista en la montería. Y en minutos el monte se llena de las voces de los perreros y los ladridos de sus perros. Y salta el primer venado, y ahí se lía la tremenda: “Ahí va el venado… que es muy grande” y el corazón de los monteros se acelera cuando lo ven majestuoso rompiendo el monte, y luego otro venado, y ciervas y empiezan a salir también los cochinos… “Ahí va el guarro” y empiezan los tiros.

Y cuanto oyes la ladra que te viene encima, y el sonido de una res o de un cochino acercándose a tu puesto, el corazón se dispara de adrenalina. Y ahí es donde el montero se templa, prepara su rifle para esperar la salida del cochino o el venado en la raya, apunta dejándolo cumplir y dispara. Y así tantas veces como la suerte te traiga la caza al puesto.

Y al final de la jornada, recoger lo cazado en el campo, con la satisfacción de haber pasado un día en el campo y si ha habido suerte y puntería, haberse cobrado alguna buena pieza. La jornada cierra con la comida en la que compartir las anécdotas del día con los amigos y viendo las piezas cazadas en la montería para satisfacción de todos los cazadores, hayan cazado o no ese día. Y hasta la próxima montería…

 

Otros posts del Blog de Hispania Hunting